Por Rebecca Oas, Ph.D. Publicado en C-FAM el 11 de Octubre de 2013
NUEVA YORK, 11 de octubre (C-FAM) A última hora del viernes a la noche, último día de la reunión final de una serie de conferencias de las Naciones Unidas, funcionarios africanos rechazaron los intentos de activistas de la ONU y de defensores de los derechos sexuales de promover la homosexualidad y el aborto.
La conferencia de la ONU para confeccionar un programa de desarrollo para África concluyó con un violento choque entre los valores regionales y las normas «progresistas» impulsadas por organismos de la Organización en cuestiones polémicas como el aborto y la orientación sexual. Los líderes africanos salieron preparados a la reunión en Etiopía para rechazar frases imprecisas defendidas por militantes de los derechos sexuales.
Por Rebecca Oas, Ph.D. Publicado en C-FAM el 11 de Octubre de 2013
NUEVA YORK, 11 de octubre (C-FAM) A última hora del viernes a la noche, último día de la reunión final de una serie de conferencias de las Naciones Unidas, funcionarios africanos rechazaron los intentos de activistas de la ONU y de defensores de los derechos sexuales de promover la homosexualidad y el aborto.
La conferencia de la ONU para confeccionar un programa de desarrollo para África concluyó con un violento choque entre los valores regionales y las normas «progresistas» impulsadas por organismos de la Organización en cuestiones polémicas como el aborto y la orientación sexual. Los líderes africanos salieron preparados a la reunión en Etiopía para rechazar frases imprecisas defendidas por militantes de los derechos sexuales.
En un comunicado de prensa, la Comisión Económica para África (CEPA) observó que 17 países hicieron salvedades sobre tres de los compromisos del documento final minimizándolo como «normal en esta clase de negociaciones».
La polémica se centró en el pedido de derechos humanos para todos «sin distinción alguna», frase que la CEPA admitió que estaba abierta a una «interpretación flexible a significados que podrían ser inaceptables en África por varios motivos».
El periódico Zambia Daily Mail fue más explícito e informó que «la mayoría de los delegados bloqueó una cláusula que buscaría promover derechos para gais y lesbianas». Añadió que esto fue «un claro reflejo de la postura que la mayoría de los países africanos tienen respecto de la homosexualidad».
Para algunos, no era suficiente con solo presentar una reserva. El delegado de Chad dijo: «Debe constar en actas que Chad no es parte de esta declaración», y acusó que el documento es «una forma sutil de introducir algo que puede tomar a algunos países desprevenidos».
Representantes de otros países hicieron eco de esta inquietud y previeron que habrá presiones para modificar las leyes internas en concordancia con «el espíritu de esta declaración».
Algunos delegados también manifestaron sus reservas a términos relacionados con la legalización del aborto. Sudán y Egipto remarcaron que cualquier referencia al aborto debe ser «conforme a las leyes y políticas nacionales».
Los diplomáticos africanos no están solos. El mes pasado, los obispos católicos nigerianos emitieron una declaración que denuncia «los constantes intentos de organismos internacionales de introducir valores dañinos en nuestra sociedad, en sus campañas a favor del aborto, de la distribución de condones y de promoción de las uniones homosexuales».
Funcionarios de 52 países africanos trabajaron en el documento que se denomina Declaración de Adís Abeba. No tiene el peso de un tratado, pero se introducirá en el programa mundial de población y desarrollo más allá del vigésimo aniversario del Programa de Acción de El Cairo en 2014.
Como informó Friday Fax la semana pasada, la combinación única entre fertilidad y pobreza que se da en África la convierte en un «terreno de pruebas» óptimo para la experimentación social e incrementa su vulnerabilidad a las presiones de países donantes, organizaciones internacionales y organizaciones civiles.
La alianza International Women’s Health Coalition envió miembros a Adís Abeba con el objeto de llevar a cabo un taller de varios días para preparar a agrupaciones feministas para la lucha por los derechos sexuales y reproductivos, que «incluyen el acceso al aborto legal y seguro». Una vez concluida la conferencia, la directora de defensa Shannon Kowalski manifestó su desilusión en Twitter: «Sigo traumatizada por el arrebato de odio de la semana pasada».
Hasta este momento no se ha publicado la declaración completa con las reservas de los países. Un diplomático conjeturó: «algunas personas están descontentas de que las referencias a ciertas tendencias no figuraron en la declaración y por lo tanto no están tan ansiosas por difundirla».