Por fin una buena noticia en relación con la reforma de la Ley del Aborto

Entrevista con Alberto Ruíz-Gallardón concedida a La Razón y en la que se anuncia que «La malformación del feto no será ya un supuesto para abortar»
23/07/2012
A los políticos… por el pinganillo
23/07/2012

Por Nicolás Jouve, Catedrático de Genética, Presidente de CíViCa

Han transcurrido casi 8 meses desde las últimas elecciones y hasta ahora han sido escasas las noticias relacionadas con la prometida abolición del aborto por parte del nuevo Gobierno. La dedicación al tema económico ha traído de cabeza  de forma creciente a los nuevos responsables de la política nacional. Nada que reprochar a esto, a pesar del elevado coste y sacrificio para muchas familias españolas de unas medidas que no parecen cambiar la negativa tendencia que heredaron del anterior gobierno.

Por Nicolás Jouve, Catedrático de Genética, Presidente de CíViCa

Han transcurrido casi 8 meses desde las últimas elecciones y hasta ahora han sido escasas las noticias relacionadas con la prometida abolición del aborto por parte del nuevo Gobierno. La dedicación al tema económico ha traído de cabeza  de forma creciente a los nuevos responsables de la política nacional. Nada que reprochar a esto, a pesar del elevado coste y sacrificio para muchas familias españolas de unas medidas que no parecen cambiar la negativa tendencia que heredaron del anterior gobierno.

Pero aunque muchos no quieran verlo hay algo que está muy por encima del tema económico y que probablemente está en el origen de la crisis que afecta a la economía en los países occidentales… Nos referimos a la pérdida del sentido de los valores naturales del ser humano. El respeto a la vida, la dignidad y la familia, son la base del comportamiento moral y ético que han contribuido al mantenimiento y supervivencia de la especie. La protección de la vida y el cuidado del prójimo, constituyen nuestras primeras obligaciones morales y no solo por razones culturales, sino por nuestra propia naturaleza biológica. El sentido moral, la honestidad, laboriosidad, amabilidad, generosidad, y tantas y tantas buenas prácticas no pueden considerarse relegadas a un modo irresponsable de entender la libertad, que no conduce más que al individualismo egoísta y a la destrucción del hombre. En general, los seres humanos, religiosos o no, practicantes de cualquier religión o no creyentes, aceptan la existencia de un código moral por razones sociales y biológicas. La sociedad no habría sobrevivido probablemente sin la observancia de estos valores. Por obvio que parezca, para la supervivencia de la especie es necesario el respeto a la vida.

CíViCa nació como una respuesta de expertos en los aspectos científicos, médicos, sociales, éticos y jurídicos para contribuir a crear un estado de opinión favorable a la dignidad de la vida desde la concepción hasta la muerte. En los apenas tres años de su existencia ha mantenido estos objetivos, junto a muchas otras asociaciones y organizaciones españolas, contribuyendo con argumentos de defensa objetiva de la vida, merced a la cualificada opinión de sus asociados. Por ello, la promesa del partido ahora gobernante de la abolición del aborto, durante la campaña electoral previa al 20 de Noviembre de 2011, despertó en muchos la esperanza de acabar con el crimen vergonzoso de los concebidos no nacidos y con una ley inhumana que elevaba el sacrificio de los bebés nada menos que a la categoría de derecho. Una esperanza en cierto modo parcial por la falta de definición, falta de coraje, o las contradicciones de nuestros gobernantes que han dejado el problema del aborto en un segundo plano a pesar de que cada día se producen 300 abortos en España y de que son ya probablemente más de 65.000 los abortos producidos desde que el nuevo gobierno se hizo cargo de la política en España.

Dentro del silencio general sobre esta cuestión, en Febrero pasado tuvimos un anticipo de lo que se proponía hacer el Gobierno con la Ley Aído. Las palabras del Ministro de Justicia D. Alberto Ruíz Gallardón en defensa de la maternidad y su anuncio de reformar la Ley del Aborto, estuvieron bien, aunque pareciese insuficiente su decisión de volver a la Ley anterior, por mucho que se desee aplicar con rigor. Desde CíViCa aplaudimos aquellas declaraciones en el Parlamento e incluimos varios artículos de opinión en nuestro medio de comunicación. Recomendamos de nuevo la lectura del magnífico artículo de nuestro asociado el Dr. Pablo Gil-Loyzaga, sobre En defensa de la Vida. En defensa de la maternidad.

Tras aquello, de nuevo meses de silencio sin que desde la responsabilidad de los gobernantes se hiciera nada por atajar la escalada de abortos en España. Ante esta situación, algunas asociaciones a favor de la vida, han elevado en las últimas semanas el tono de exigencia al Gobierno, para que cumpla sus promesas. Estamos en un momento en el que hay un hartazgo de medidas económicas impopulares, adoptadas con bastante frialdad y, hasta ahora, de dudosa eficacia, mientras pasa el tiempo y no parece pesar en el ánimo de los gobernantes el registro continuo de 300 abortos diarios en España.

Así las cosas, de nuevo Ruíz Gallardón en una estupenda entrevista publicada el día 22 de Julio en La Razón, ha movido las aguas del pantano apestoso del aborto con unas pinceladas de lo que supondrá la reforma de la Ley Aído. Recuerda el ministro que el Tribunal Constitucional estableció una doctrina con relación a cómo debe regularse la protección del concebido, y que la legislación volverá a un sistema de supuestos, que no será exactamente el que estaba vigente con anterioridad a la ley de plazos, porque «la experiencia nos demuestra que algunos de esos aspectos deben ser revisados».  Al ser preguntado por estos aspectos, el Ministro señala: «Le anticipo uno. No entiendo que se desproteja al concebido, permitiendo el aborto, por el hecho de que tenga algún tipo de minusvalía o de malformación. Me parece éticamente inconcebible que hayamos estado conviviendo tanto tiempo con esa legislación. Y creo que el mismo nivel de protección que se da a un concebido sin ningún tipo de minusvalía o malformación debe darse a aquel del que se constate que carece de algunas de las capacidades que tienen el resto de los concebidos».

Se refiere el ministro a que la pretensión del tercer supuesto es la de evitar el nacimiento de personas con probabilidades de ser infelices o con una calidad de vida bajo mínimos, o de evitar la perturbación de los padres y del medio familiar, o por compasión hacia el niño; o por una búsqueda hedonista de la perfección; o por dificultades o problemas sociales derivados de un hijo discapacitado, etc. Estamos de acuerdo con el Ministro, dentro del sórdido mundo de la cultura de la muerte este apartado es especialmente ominoso, la invitación al aborto cuando se detectan posibles patologías en el feto, es éticamente inconcebible.

La Comisión de Bioética de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) hizo una Declaración relativa a esta autorización atribuyendo a un Comité Clínico el papel de certificar que el feto padece una enfermedad tan extremadamente grave e incurable que se justifique el aborto después de la semana 14 de gestación.

Esta declaración, fue contestada por la Asociación de Bioética de España (AEBI) al aducir que no corresponde a la Medicina, y menos aún a un Comité Clínico, decidir qué es la vida humana ni el nivel de calidad de vida que es necesario alcanzar para poder conservarla y al recordar el mandato del Código de Ética y Deontología Médica en vigor, según el cual «al ser humano embrio-fetal enfermo se le debe tratar de acuerdo con las mismas directrices éticas que a los demás pacientes». ¿Cómo calificar a una sociedad que prefiere el aborto y hacer desaparecer una vida no nacida defectuosa?, ¿no estaríamos ante un caso de «homofobia?

Felicitamos muy especialmente al Dr. Esteban Rodríguez Martín, miembro de CíViCa y Presidente de la Comisión de Ginecólogos DAV, por su denodada lucha a favor de la vida y en especial en contra del aborto eugenésico:          Mamá ¿te han dicho que te tienes que hacer una amniocentesis?

Pero más allá de todas estas consideraciones pedimos al Sr. Ruíz Gallardón que vaya más lejos y defienda la vida por encima de todas las consideraciones e intereses, incluso de los económicos, y fiel a la promesa electoral de su Gobierno promueva la abolición de todo tipo de abortos.

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Nicolás Jouve de la Barreda
Nicolás Jouve de la Barreda
Catedrático Emérito de Genética de la Universidad de Alcalá. Presidente de CiViCa.