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La solidaridad y los héroes. ¿Son suficientes?
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Por José Manuel Belmonte, Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa. Publicado en el Blog del autor Esperando la Luz el 16 de agosto de 2019.

Cuando un niño nace, crece la esperanza de los padres, de la sociedad y del mundo. Es un pequeño infinito, que viene para desarrollarse entre nosotros y darnos una nueva dimensión. Es un don. Por eso, solo se entiende en clave de amor. Posiblemente en él está el futuro.

El amor une, no ata.  Como el amor de los padres, es una oportunidad y un reto.  Algunos lo entienden y son felices con ese alumbramiento. Cada amanecer, aman nacer y vivir para crecer; con raíces un poco más profundas y sueños interiores más llenos de luz.

Es verdad que aquí estamos «de paso», y nunca sabemos cuánto puede durar nuestra travesía. Solo disponemos del instante, del aquí y ahora. Todo puede cambiar.

He escrito de la libertad del amor en la pareja. Sobre todo porque la mujer nunca debe sentirse atada, sino libre, en el matrimonio o en la vida en común, e incluso individual [enlace].

El Estado y todas las instituciones autonómicas y locales, además de jueces, tienen que ayudar y velar para que eso sea una realidad siempre y en todas las circunstancia de todas las parejas.

Aunque hoy quiero resaltar otro aspecto nuevo, porque la sociedad se lamenta, pero no se compromete. La mujer, debe tener especial protección, económica, jurídica y social, para poder ser libre y decidir su futuro. Mientras no se garantice esa autonomía, (con un puesto de trabajo o con unos ingresos, hasta poderse defender) su amor estará condicionado y sometido al machismo, a un amor que ata y puede matar. Lo hace con demasiada frecuencia.

De hecho, en cuanto decide ser ella y libre, (se encuentra atada por «la cadena del dinero que no tiene y del que depende«), sea para ser madre, sea para separarse de su marido, pareja o ex-pareja, cuando el amor no existe.

La «cadena burocrática no ayuda en absoluto», porque no es eficaz para hacer mujeres libres ni permitir que lo sean. Demasiadas veces cuando parece llegar la solución, es tarde.  Y eso que, en muchos casos había denuncias previas; e incluso los asesinos tenían  antecedentes de condenas anteriores. Había alarmas que debían haber saltado y alertado…pero «no se prestó atención, o no la atención debida». Ellas no pudieron liberarse y, la sociedad garantista, prefirió dejar sueltos a los asesinos. Lamentablemente,  en demasiadas ocasiones, se han llevado por delante no solo a ellas…¡también a sus hijos!

¿No ha aportado la mujer con su trabajo en el hogar, parte del importe que ha ganado  y ahorrado con su consorte?

A nivel europeo «está ganando popularidad la idea alternativa del concepto clásico de Dinero → Trabajo, como el proyecto de Finlandia para que todos sus ciudadanos perciban un ingreso mensual fijo».

El actual Presidente en Funciones, líder del PSOE, en una visita a Extremadura prometió que si llegaba un día a ser Presidente, pondría en marcha «un ingreso mínimo vital«, «asociado  a un estado claro de necesidad y condicionado a que los beneficiarios se comprometan a aprovechar las medidas de apoyo a salir cuanto antes de esa situación de pobreza en la que se encuentran” (20-julio de 2015).

¿Dónde quedan las promesas de los políticos, -sean o no en campaña-?

¿Cómo que no se puede garantizar un ingreso mínimo a una mujer que intenta separarse, si no trabaja fuera de casa? ¿No se está garantizando un subsidio vital a quien llega a este país sin haber aportado nada, sin trabajo, y se le concede una tarjeta sanitaria, un lugar donde estar o ayuda para alquilar o comprar una vivienda social, ayuda energética, ayuda escolar si es menor y debe estar escolarizado, etc. además de alimentos gratuitos en centros sociales de Cáritas o de Cruz Roja, con solo empadronarse? ¿De dónde sale ese dinero?  Resulta que hay casas vacías para okupas, casas tuteladas para jóvenes, ¿no puede haber una casa para una mujer que intenta divorciarse o separarse, y que además está amenazada, porque el marido o consorte, no acepta que pueda separase? [enlace].

Cada vez más gente en este país se pregunta si no se está ayudando, con dinero público, en primer lugar a la gente equivocada.

Maltratar o pegar, retener a una mujer son graves delitos y cada vez hay más denunciados. Sin embargo van en aumento y en personas cada vez más jóvenes. Acosar o violar a una mujer, individualmente o en manada, no se erradica porque no hay voluntad política, no hay leyes que la amparen, que los infractores cumplan íntegramente los castigos.  No hay educación previa  y, si no era suficiente, se publicita en todas las cadenas televisivas mil veces. De este modo se saltan todos los controles éticos que protegerían socialmente a la mujer.

Parodiando serie «Sin tetas no hay paraíso» la periodista Carmen de Carlos, decía «los corruptos siguen convencidos de que el paraíso, y las tetas, son suyos».

1) Los niños no, por favor.

En los juegos on line, cualquiera puede salir a la calle y arrebatar vidas virtuales, sea en guerras o al azar, por simple divertimento; con armas, cuchillos, flechas y armas de un arsenal exclusivo.

La muerte de un ser humano, cualquiera que sea su edad, aunque parezca incomprensible, suscita en algunos colectivos menos rechazo que el maltrato animal.  El abandono  de cachorros o animales adultos, es suficiente para detener a una persona. Ha sucedido en Benicarló (Castellón) España, esta misma semana.

Así que, la violencia ha traspasado las barreras de lo virtual, lo animal, lo permitido, lo ético y lo humano. En esta sociedad un ser humano, que también es animal ¿goza de la misma protección?

A nivel mundial, una realidad:  En  el año 2018, el aborto fue la principal causa de muerte en el mundo ¡con 41 millones….de víctimas!

En España, desde que existen registros -en 2013- los niños asesinados en casos de violencia de género como venganza contra sus madres, ascienden a 29, según datos del Ministerio de Igualdad.

Los casos de las muertes de  hijos, por violencia contra la mujer son espeluznantes. Baste recordar tan solo a los dos niños de José Bretón, Ruth, de 6 años y su hermano José, de 2,  cuyas muertes conmovieron al mundo, el 8 de octubre de 2011.

El 25 de julio 2019, Cristian, de 11 años fallecía en Beniel (Murcia) a manos de su padre, el cartagenero; y el último héroe, Ismael de 15 años, pereció a manos de su padre el pasado el 7 de agosto, en Andorra (Teruel), al tratar de defender a su madre, que quedó malherida. Los asesinos, después, se suicidaron.

A la muerte de los hijos a manos de sus progenitores, como arma directa contra el corazón de su madre, la sociedad le ha dado el nombre  de «violencia vicaria» [enlace].

2) De progenitor a «padre», «todo por vivir».

o pretendemos hacer juicios sobre nadie. Una cosa es ofrecer datos y otra valorar las conductas de nadie, por muy extrañas y terribles que puedan parecer. Escribir no es resolver, sino mostrar o descubrir para tratar de vivir en paz.

Es verdad, que hombres y mujeres, hijos y familias, estamos aquí «de paso». Y como no hay «casualidades», nos parece importante, resaltar un tipo de conducta, que algunos ya conocen, pero a todos puede ilustrar, la coincidencia, sobre la «paternidad». Ha sucedido, precisamente en El Paso donde un bebé ha sobrevivido a un tiroteo, gracias a la protección de sus padres.

Por unas razones o por otras, en EE.UU. las tragedias, suelen golpear a la sociedad con demasiada frecuencia.  Aunque ¡todo sucede por algo!, muchas veces no acertemos a comprender. Pero de todo se aprende, si se quiere. El amor une, no ata. Es libre siempre. Cuanto más libre más fuerte.

De entre las 22 personas asesinadas y treinta heridas, por Patrick Crusius, de 21 años, el atacante en la tienda de Walmart en El Paso, el 3 de agosto, quiero resaltar la pareja que murió al intentar proteger a su bebé.

Jordan y Andre Anchondo eran una joven pareja que acababan de tener un bebé,  y habían celebrado su primer año de casados, aunque tenían otros dos hijos, de uniones anteriores.

«Ella era una joven madre de familia, ocupada en sacar adelante a sus tres hijos pequeños. Él era un emprendedor que acababa de abrir su propio negocio y había pasado meses remodelando una casa para su familia».

La pareja estaba ese día de compras en Walmart.  Alli mismo, Andre Anchondo, de 23 años y su esposa Jordan de 24, murieron protegiendo a su bebé, según según David Alandete [enlace].

Gilbert de 58 años, padre de Andre y abuelo del bebé, había recorrido desconcertado hospitales, centro comercial, puestos de policía y, había preguntado al alcalde, con quien estaba cuando le llamaron de la unidad de información policial. De todas las informaciones parciales había ido obteniendo, había sacado en conclusión : «Creo que mi hijo estaba comprando en Walmart y al ver acercarse al asesino con el arma abrazó a su familia para proteger a su mujer y a su hijo, y así murió en el tiroteo». «Eso exactamente es lo que sucedió, confirmó uno de los agentes. Su hijo, señor Anchondo, murió como un héroe».

El  tema de las armas en EE.UU. hace que en ocasiones como esta, el Presidente sea recibido con cierta hostilidad, si bien tiene el deber de hacer frente al reto emocional de expresar condolencias y ofrecer solidaridad. Es una de sus funciones.

Al conocer el caso del bebé huérfano, cuyos padres hicieron de escudo con sus cuerpos abrazados para protegerle, y solo le hirieron un dedo, tanto Trump como la Primera Dama, lo acogieron en sus brazos. La imagen ha dado la vuelta al mundo.

Morir protegiendo a un hijo, convierte al protector en héroe, sea hombre o mujer. Si se protege al hijo y a su madre, convierte a un padre en héroe, por partida doble.

Parece ser que allí, hubo también algún ciudadano anónimo, que ayudó a la gente, y cuyo nombre no se conoce, porque solo fue captado por las cámaras de seguridad y la policía quiere encontrarlo pero no puede decir cómo y a quien ayudó, porque ese dato les servirá para poder identificarlo, en caso de que alguien lo conozca.

La enseñanza social que nos llega de El Paso, un lugar de origen español, es que «los hijos no se tocan, se defienden si es preciso con la vida, entregándola para que ellos puedan vivir».

BELMONTE
BELMONTE
Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CíViCa