Del primer AVISO a la Humanidad…

Felicitación Navideña del Instituto de Política Familiar
22/12/2017
SEGUNDO AVISO para salvar el planeta.
23/12/2017

Por José Manuel Belmonte, Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CíViCa. Publicado en el Blog del autor Esperando la luz el 4 de Noviembre de 2017-12-22

Llegó un AVISO URGENTE de que los humanos nos podemos quedar sin casa, sin comida y sin bebida. Irresponsablemente, sin haber movido un dedo, han pasados 25 años. Llega otro telegrama, aún más contundente. Y muchos, siguen como si no fuera con ellos mientras otros se preguntan, si la alerta es amarilla o roja. Se preguntan ¿Quién avisa? ¿Tiene razón? ¿Estamos en peligro? Oiga: si llega un SEGUNDO AVISO, no es para tomarlo a broma.

El destinatario: somos nosotros que vivimos aquí. El PRIMER AVISO, llegó en 1992. Venía firmado por 1700 científicos, de 71 países. Entre los firmantes, más de la mitad de los premios Nobel de ciencia, vivos en ese momento. Pero entonces, en España, estábamos en los fastos de los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla 1992. Con la euforia no se hizo mucho caso. Ni se tomaron medidas. Pero aquel aviso era importante. Hay que recordarlo.

El primer aviso.

Era el documento de la Union of Concerned Scientists, (UCS) y decía entre otras cosas:

«Nosotros, los abajo firmantes, (…), advertimos a toda la Humanidad de lo que está ahí. Se requiere un gran cambio en nuestras formas de actuar sobre la Tierra y la vida, si se quiere evitar una miseria humana generalizada y no se quiere mutilar de forma permanente nuestro planeta».

«Los seres humanos y el mundo natural están en un camino de colisión. Las actividades humanas hacen mucho daño, a menudo irreversible, sobre el medio ambiente y sobre fuentes de recursos naturales. Si no se revisan, muchas de nuestras prácticas actuales ponen en riesgo serio el futuro que deseamos para la sociedad humana y los reinos animal y vegetal, y pueden alterar el mundo vivo de tal forma que seamos incapaces de sostener la vida en la manera que la conocemos ahora(…) No disponemos de más de una o unas pocas décadas para revertir los peligros que ahora tenemos si queremos evitar que el progreso de la humanidad quede enormemente disminuido.

Recuerdan algunos de los peligros o amenazas constatables en este tiempo.

1. Los ojos de la NASA están viendo y fotografiando que el Planeta está cambiando; constatan que el otoño dura más y la primavera llega antes; que la capa blanca del Ártico crece menos en invierno y se derrite más en verano; que el nivel de los océanos está aumentando; que según los datos recopilados por la NASA hay un preocupante descenso de la vida microscópica vegetal. Y nada es casual.

2. Los humanos estamos influyendo en el Cambio Climático y dañando la Naturaleza, como afirmaron 104 de los 178 premios Nobel de ciencia y unos 1500 científicos. Sus razones alcanzaban los planos biofísicos, sociológicos y éticos. La concentración de gases invernadero en la atmósfera; el CO2 ha traspasado el nivel que era apto para la vida humana. Aunque la contaminación asfixia a las grandes ciudades, Madrid figura en el cuarto lugar del mundo entre las ciudades que sufrirán un mayor aumento de las temperaturas y contaminación. Buen Documental de National Geographic
3. Pero además, si el calentamiento climático sube 3 grados más, ciudades como Nueva York, Londres, Río, Sídney o Miami sufrirían inundaciones y millones de personas afectadas además de otras ciudades costeras. Shanghái, epicentro de la economía china está considerada como la ciudad más vulnerable del mundo a las inundaciones. Otra consecuencia del «sobrecalentamiento», suele ser la falta de lluvia y la sequía, de lagos, lagunas, pantanos y ríos y el aumento de la contaminación. Con las consecuencias en el entorno vegetal y también en la fauna, y al mismo tiempo en los humanos. Un ejemplo en los embalses de Entrepeñas, en el Tajo.

4. Se ha puesto en peligro la sostenibilidad por uso, abuso o erosión de los recursos naturales y en energías. Incluso el metabolismo del sistema humano, que se desarrolla en la biosfera y de ella depende, la daña; es decir, la civilización consume materia y energía procedente de la biosfera, para alimentarse y subsistir, pero además de vuelta, revertimos energía y materia que desechamos, que a su vez provocan daños y problemas sobre la biosfera. Por ejemplo el impacto más dramático es la pérdida del hábitat de millones de especies. El 70% de los animales y plantas habitan los bosques de la Tierra y muchos no pueden sobrevivir la deforestación que destruye su medio.
5. Ha disminuido un 25% el agua potable. No solo la NASA lo constata, también los drones nos están enseñando que la sequía es muy preocupante. La falta de agua está destrozando cosechas y repercutirá en la economía mundial. El turismo, puede ser una fuente económica importante, pero no resuelve el problema del agua, más bien al contrario. No dejamos de desear siempre más.

6. Por eso, se han sobrepasado en dos o tres órdenes la tasa natural de extinción de especies y, el caos climático y otras causas, están acelerándola. Se han roto ciclos que han estado regulados y estables durante cientos de millones de años. La burbuja inmobiliaria estalló en 2008 con lo que sufríamos otra crisis económica, energética y alimentaria en un contexto de graves problemas ambientales. No nos hemos recuperado y se ha aumentado con la crisis de los refugiados. Luego se han exacerbado los nacionalismos. No hemos aprendido a vivir en paz y ser felices.

7. La huella ecológica (del inglés ecological footprint) es un indicador del impacto ambiental. Aunque todos los seres vivos del planeta necesitan nutrientes, energía y agua para vivir, el término se utiliza para indicar la cantidad de recursos que utilizan los seres humanos de forma variable. (Varía en función del estilo de vida de cada persona, según la comunidad u organización de que se analice). Básicamente, mide la cantidad ecológica de de tierra bioproductiva (aquella que puede producir alimento) necesaria para, por un lado, producir los bienes y servicios que consumimos y, por otro, absorber los residuos generados. Hasta hace poco el nivel sostenible en el planeta Tierra era inferior a 1, pero actualmente ese límite está ya en 1,6. Por ello, la sostenibilidad se verá comprometida, ya que de hecho, los recursos naturales son finitos, con lo que se hace necesario controlar esa huella ecológica si queremos tener un mañana sobre la faz de la Tierra [enlace].
https://www.lagranepoca.com/medio-ambiente/38222-la-huella-ecologica-un-indicador-de-sostenibilidad.html

8. Antes de la Alerta del 92 ya se hablaba de poner límites del crecimiento humano cuando se habían alcanzado los 5.000 millones. El ser humano se ha convertido en una plaga para el planeta, debido a que el crecimiento de la población ha seguido una progresión geométrica y será su posible destrucción. Ha pasado de 1000 millones de personas a 2000 entre 1835 y 1925 (en 90 años). Se llegó a 3000 millones en 1962 (en 37 años). A 4000 millones llegamos en 1975 (13 años después). A 5000 millones llegamos en 1985 (sólo 10 años después), y a los 6000 millones llegamos en 1999. En 2009, éramos 6.800 millones…7000 millones de habitantes en 2001; actualmente somos 7400 millones y las previsiones para la población mundial en el año 2050 son… de 9.000 millones o 10.000 millones. Algunos han pensado acabar con el crecimiento eliminando el derecho a la vida en quien no puede defenderse: concebidos y bebés.

9. Pero la humanidad mata cada año, para consumir su carne, a un número de animales que multiplica por cuatro la propia población humana; actualmente 30.000 millones (de bovino, ovino, caprino, porcino, equino, aves y conejos). Si se añade a esas muertes, el consumo de todo tipo de pescado, la cifra anual de muertes, alcanzaría proporciones tan increíbles e insoportables… que aterran.

10. En 1992, los sabios ya urgían a tomar medidas, alegando que apenas nos quedan unas décadas, para parar el desastre por el que caminamos. Han pasado 2,5 décadas y, como Humanidad, no sólo hemos revertido el proceso con cambios acertados, sino que estamos acelerando los procesos que nos llevan al desastre. Se sigue reclamando «un mundo sin carbón y otros combustibles fósiles», pero…ahí siguen.

(Shanghái, epicentro de la economía china está considerada como la ciudad más vulnerable del mundo a las inundaciones)

11. En 1947, los Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago pensaron en un Reloj Simbólico para la vida. El grupo de expertos científicos analistas, entre los que se encuentran 17 premios Nobel, se reúnen cada año para evaluar los daños que la acción del hombre puede causar al planeta, y… han decidido su adelanto. Según ellos, «la probabilidad de una catástrofe global era(o es) muy alta». El 23 de enero de en 2017, después de evaluar la realidad mundial, las personas que mueven las agujas, pusieron el reloj a 2 minutos y 30 segundos de las 12 de la noche. «La media noche» sería el «¡boom!» nuclear, o el «desastre».

EN RESUMEN:

Dejando atrás la dicotomía reinante entre comunismo o capitalismo, el futuro está en apostar por la colaboración y la solidaridad, que genere intercambios basados en el «procomún» más igualitario. «El procomún lo forman las cosas que heredamos y creamos conjuntamente y que esperamos legar a las generaciones futuras. Eso abarca una considerable diversidad de bienes naturales (selvas, biodiversidad, fondos marinos o la Luna), culturales (ciencia, folclore, lengua, semillas, Internet), sociales (agua potable, urbe, democracia, carnaval) y corporales de la especie (órganos, genoma, datos clínicos)…que siendo fundamental para la vida lo tenemos por un hecho dado. Un don que sólo percibimos cuando está amenazado o en peligro de desaparición», según Antonio Lafuente.

Urge una respuesta consciente y responsable ante el daño que estamos causando a la biosfera o el desastre será irreparable. Estamos acarreando ese desastre a plantas y animales y a la misma vida en el Planeta. «Nuestra civilización sería análoga a un parásito o un cáncer de la biosfera», según Carlos Castro Carranza [enlace].

BELMONTE
BELMONTE
Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CíViCa