El Dolor Ajeno. Entrevista a Eudald Xalabarder

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07/09/2011
EL DOLOR AJENO
13/09/2011

Entrevista en Diario Médico a Eudald Xalabarder – Autor de «El Dolor Ajeno»

(Foto: Eudald Xalabarder -Médico especialista en aparato respiratorio - Miembro de CïViCa)

Especialista en aparato respiratorio. Trabajó en el Sanatorio Antituberculoso de Torrebonica, en Tarrasa, de 1956 a 1973 y ha recogido anécdotas de esa experiencia en una novela: «El Dolor Ajeno»

Tiempos de tuberculosis novelados

Por Carmen Fernández Barcelona – Publicado el 5 de Septiembre de 2011 en Diario Médico (archivo adjunto).

A principios de siglo XX un grupo de médicos crearon el Patronato de Cataluña contra la Tuberculosis. Tras abrir dos dispensarios antituberculosos en Barcelona, adquirieron la finca Can Viver de la Torre Bonica, cerca de Tarrasa, y construyeron un sanatorio monográfico que hizo mucho bien cuando más se necesitaba. El neumólogo Eudald Xalabarder Conca (Barcelona, 1931) trabajó en él entre 1956 y 1973 y las muchas anécdotas que vivió le sirvieron para escribir una novela -El dolor ajeno (Obra Cultural)-, que ha publicado ahora, ya jubilado, con el apoyo de su esposa, la endocrinóloga y bioeticista Dolors Voltas.

¿Cuándo escribió esta novela y por qué no la ha publicado hasta ahora?

-Hace 25 años. El centro se cerró en 1972 y me pareció que las anécdotas podían tomarse como verídicas; me dio pudor publicarla y me la guardé para mí. Pero Dolors me insistió mucho en recuperarla y publicarla con motivo de la celebración de los cien años de la inauguración del centro (1911), y lo hice. .../...

Entrevista en Diario Médico a Eudald Xalabarder – Autor de «El Dolor Ajeno»

(Foto: Eudald Xalabarder -Médico especialista en aparato respiratorio – Miembro de CïViCa)

Especialista en aparato respiratorio. Trabajó en el Sanatorio Antituberculoso de Torrebonica, en Tarrasa, de 1956 a 1973 y ha recogido anécdotas de esa experiencia en una novela: «El Dolor Ajeno»

Tiempos de tuberculosis novelados

Por Carmen Fernández Barcelona – Publicado el 5 de Septiembre de 2011 en Diario Médico (archivo adjunto).

A principios de siglo XX un grupo de médicos crearon el Patronato de Cataluña contra la Tuberculosis. Tras abrir dos dispensarios antituberculosos en Barcelona, adquirieron la finca Can Viver de la Torre Bonica, cerca de Tarrasa, y construyeron un sanatorio monográfico que hizo mucho bien cuando más se necesitaba. El neumólogo Eudald Xalabarder Conca (Barcelona, 1931) trabajó en él entre 1956 y 1973 y las muchas anécdotas que vivió le sirvieron para escribir una novela –El dolor ajeno (Obra Cultural)-, que ha publicado ahora, ya jubilado, con el apoyo de su esposa, la endocrinóloga y bioeticista Dolors Voltas.

¿Cuándo escribió esta novela y por qué no la ha publicado hasta ahora?

-Hace 25 años. El centro se cerró en 1972 y me pareció que las anécdotas podían tomarse como verídicas; me dio pudor publicarla y me la guardé para mí. Pero Dolors me insistió mucho en recuperarla y publicarla con motivo de la celebración de los cien años de la inauguración del centro (1911), y lo hice. …/…

¿Y no son historias verídicas?

-El 80 por ciento de lo que explico en la novela son historias reales. Le explicaré una: teníamos una enferma muy grave cuyo novio le regaló un anillo de compromiso. La joven fue mejorando y, cuando estuvo curada, el novio la dejó porque cuando le regaló el anillo estaba seguro de que ella nunca se recuperaría.

¿Qué mensaje intenta transmitir con esta novela?

-Que los enfermos son personas con sus problemas y que hay que mirar de entrar en ellos porque se trata de pacientes de larga duración; entonces permanecían en el sanatorio durante meses e, incluso, años.

 ¿Cómo era Torrebonica?

-A principios de siglo muchos enfermos de tuberculosis morían, era una enfermedad grave y mal vista que representaba miseria física e incluso moral. El sanatorio de Torrebonica tuvo  mucho éxito, pero sus gastos eran tremendos e intervino La Caixa. El primer microscopio
electrónico en España tenía que haber llegado a este centro si no fuera porque lo retuvieron en la aduana y llegó otro antes a Madrid. Era un poco de todo: residencia, hospital, casa de reposo… 

¿Era también un espejo de una sociedad y una época?

-A él venían todo tipo de personas, cada una con sus problemas y situación socioeconómica.

Era el tiempo de la dictadura. ¿Influyó eso en algo?

-Recuerdo el caso de uno al que vino a buscar la policía. No explico en el libro que el sanatorio fue incautado por los republicanos durante una semana.

¿Y la novela retrata a los médicos de la época?

-Es un retrato familiar porque quien impulsó el centro fue mi propio abuelo, Eduard Xalabarder Serra (Caldes de Montbui, 1869 – Barcelona, 1922). Lo continuó su hijo (mi padre), Conrad
Xalabarder Puig (Caldes de Montbui, 1899 – Barcelona, 1979); y por último yo, hasta que se cerró el centro.

¿Dejó leer el libro a algunos ex colegas del sanatorio antes de publicarlo?

-No porque con la opinión de Dolors tuve bastante. Se trataba de celebrar mis ochenta años y los cien de la institución. Presenté el libro en un acto en el Caixaforum de Barcelona y asistieron unas 120 personas, varias de ellas colegas médicos y otros ex empleados del centro.

 ¿Ha cambiado mucho la forma de abordar la tuberculosis?

-No ha cambiado demasiado.Decir en su día que se podía tratar en casa quizá fue demasiado optimista, y por eso no se ha acabado de solucionar.

 ¿Se registró algún caso de contagio de personal sanitario?

-Ni uno, y algunos de los enfermos que curamos se quedaron como cuidadores en el sanatorio.

 ¿Diría que esta novela es un documento histórico?

-Documento histórico quizá sea demasiado decir. Prefiero que sea considerada como un retrato de la época, para saber cómo se vivía en aquel tiempo. Allí, por ejemplo, vivimos muy de cerca las grandes inundaciones del año 1962, aunque por suerte sin nada que lamentar.

 ¿Qué cambiaría si la escribiese ahora?

-Quizá ahora idealizaría todo aquello mucho más.

CíViCa
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Ciencia | Cultura | Vida Asociación de Investigadores y Profesionales por la Vida.