Por José Mª Montiu de Nuix, sacerdote, doctor en filosofía, matemático, socio de CiViCa
Evidentemente, el cristianismo, siendo, como es, verdadera religión, conoce que Dios existe. Enseña que Dios es infinitamente bueno, que Dios es Amor infinito, que Dios es benefactor del hombre. Claro está que el cristianismo es la religión que cree en Cristo. El cristiano sabe que Cristo es verdadero Dios. Es consciente también de que Cristo ha abrazado a todos los hombres. La luz sobrenatural de la religión cristiana muestra que Cristo, siendo perfecto Dios, ha amado tanto a los hombres que, por ellos, ha dado su vida. Ha muerto en la cruz por amor a los hombres y a las mujeres. Este amor tan grande de Cristo ha sido expresado magistralmente por Benedicto XVI al afirmar que Dios ha amado tanto a los hombres que ha llegado a negarse a sí mismo por el bien de las personas humanas. Viendo a Cristo crucificado entendemos el amor inmenso de Dios a los hombres. En el crucifijo ensangrentado vemos la maravillosa grandeza de este misterio, todo él de amor y de misericordia.