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Por José Luis Velayos. Catedrático de Anatomía, Embriología y Neuroanatomía, Profesor Extraordinario de la Universidad CEU-San Pablo – Miembro de CíViCa. Enviado el 14 de abril de 2022

“Alimenticio” es todo lo que alimenta. La palabra “alimentario” se refiere a la alimentación en general.                                                                            

La actividad alimentaria (desayuno, comida, merienda, cena) es rítmica. La pronta instauración de tal ritmo en los viajes intercontinentales favorece  la normalidad del ciclo vigilia – sueño.

La frase de Ludwig Feuerbach,  “Eres lo que comes” (“Der Mensch ist, was er isst”) es en parte cierta: gente que come mucho y mal tiene un aspecto grasiento; quien come poco y mal tiene aspecto esquelético (“está en los huesos”). La gente delgada suele ser nerviosa, a veces malhumorada; el obeso suele ser tranquilo.

Las  cantidades de hidratos de carbono, grasas y proteínas necesarios varían según la edad, sexo, vida activa o sedentaria, situación psicológica, etc. Pero sobre todo, es necesaria una buena educación en los hábitos alimentarios.

Comer o ayunar en exceso es perjudicial para la salud corporal y mental

l apetito y la saciedad en el encéfalo.

El hipotálamo recibe señales nerviosas del aparato digestivo, de la sangre (nivel de glucosa), de la corteza cerebral, dentro del circuito de la regulación alimentaria.

La estimulación de las zonas laterales del hipotálamo produce hiperfagia (comer excesivamente); su destrucción produce lo contrario, pudiéndose llegar a la inanición.

La estimulación de los núcleos paraventriculares hipotalámicos produce sensación de saciedad, provocando incluso afagia (no comer); su lesión origina un apetito voraz.

Uno de los síntomas de la diabetes es el exceso de apetito y sed.

La anorexia (o anorexia nervosa) es enfermedad mental: el individuo (hay más casos en mujeres que en hombres) tiene una visión distorsionada del propio cuerpo y del mundo exterior. Suele aparecer en la adolescencia. Posiblemente vaya  ligada a una lesión en la corteza parietal. En lesiones de esta corteza se puede ver un miembro como ajeno, que no se siente como propio, que hay que eliminar.

La persona anoréxica, para perder peso, se provoca el vómito, usa laxantes, diuréticos, se excede en el ejercicio físico. Y aunque esté delgada, se ve gorda, sobre todo observándose las caderas, las nalgas, los muslos.

Generalmente pasa por fases de bulimia, con impresionantes “atracones”. Suelen ser personas puntillosas, perfeccionistas, muy atentas al detalle, incluso obsesivas.

Consecuencias de esta alteración alimentaria son la hipotermia (temperatura corporal baja), bradicardia (disminución del número de latidos cardíacos), bradipnea (disminución del número de actos respiratorios), y a larga, afectaciones renales, circulatorias, óseas, hormonales, etc.

La causa es multifactorial: sucesos familiares estresantes, la muerte de un ser querido, un desengaño, etc. Realmente no está clara la causa. Y la cultura actual da mucha importancia a la imagen corporal: cuerpo delgado, aspecto agradable, elegante, hermoso, despreocupado, deportivo, juvenil.

El peso ideal (no el normal) se calcula teniendo en cuenta  los centímetros correspondientes a la talla menos 100. Por ejemplo, para una talla de 175 cms. el peso ideal sería de 75 kgrs.

El peso y la talla óptimos son datos relativos, dependientes, entre otros factores, de la moda y las costumbres vigentes. Hace tiempo, la mujer ideal tenía que ser obesa; hoy día se prefiere que sea delgada. Los cánones de belleza son variables.

La OMS considera patológico tener un índice de masa corporal menor de 17.5 (cociente entre el peso en kgrs. y el cuadrado de la altura en metros), siendo lo normal entre 20 y 25. En la anorexia las cifras son inferiores a 17.5.

En la obesidad el índice supera la cifra de 30; en la obesidad mórbida es superior a 50. La obesidad conlleva riesgos de diabetes, hipertensión, problemas cardiológicos, hipercolesterolemia, apneas de sueño, alteraciones en la memoria (el cerebro está peor nutrido que en el individuo normal), etc. Las causas también son multifactoriales: factores genéticos, falta de ejercicio físico, sedentarismo, errores alimentarios, etc.  La cirugía bariátrica puede aportar soluciones. Tanto en la obesidad como en la anorexia  la psicoterapia es un remedio interesante.

En las sociedades occidentales, opulentas, comer de menos está bien visto, lo que a la larga es saludable. No se considera elegante la “voracidad”.