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Por José Manuel Belmonte, Dr. En Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa. Publicado en su blog Esperando la Luz el 17 de octubre de 2021

El jurado de la Real Academia de Ciencias Sueca reconoce la aportación  del  japonés Syukuro Manabe, del alemán Klaus

Hasselmann  y del italiano Giorgio Parisi, por sus aportaciones para entender cómo se produce el cambio climático, una de las mayores preocupaciones actuales para la humanidad.

Habitamos en un planeta complejo, variado y hermoso donde todo importa; es un aliciente para estudiarlo y apreciarlo cada día más. Sabemos que los elementos de la atmósfera, los océanos y el suelo que pisamos se comportan de una manera complicada, múltiple y diversa; además hay que añadir que la Tierra es un ser vivo y que tanto las montañas como los bosques y las plantas, los animales, -sobre todo los seres humanos- ejercen una influencia sobre el clima, que los galardonados nos dicen que es medible. Estudiarlo en su conjunto es enormemente difícil. Algunos naturistas lo experimentan y alertan igualmente.

No se trata del estudio de una figura geométrica, fija, inerte, uniforme. Hoy se dispone de tecnología avanzada, pero es tan grande la biodiversidad en su conjunto, que es complicado por las enormes dificultades tanto teóricas como prácticas pues engloba tanto la geofísica, la oceanografía, la meteorología y todo lo que influye en el clima y en el futuro de todos.

Tal vez sea una tarea solo al alcance de algunos genios, o personas muy preparadas para descubrir los peligros que suponen para la supervivencia del Planeta y de los humanos, el calentamiento global.

Por eso, la Academia sueca, al otorgar el galardón de Física, no ha repartido el premio de este año a partes iguales. La mitad, va para Manabe y Hasselmann, reconociendo la relación del trabajo de estos investigadores sobre la variabilidad del clima de la Tierra, y la predicción fiable del calentamiento global. La otra mitad ha sido para el italiano Parisi, por la complejidad de sus investigaciones.

El japonés Manabe, en la década de 1960, demostró cómo el aumento de los niveles de dióxido de carbono (CO) en la atmósfera estaba provocando la subida de las temperaturas en la superficie de la Tierra. Es el pionero en el estudio sobre los modelos físicos del clima y los cambios climáticos, permitiendo cuantificar la variabilidad y prediciendo de manera fiable el calentamiento global. Además fue el primero en estudiar la interacción entre la radiación y el transporte vertical de masas de aire. Con su trabajo sentó las bases para el desarrollo de modelos climáticos actuales.

Por su parte, el alemán Klaus Hasselmann, desde la década de 1970 llegó a distinguir de manera técnica, la diferencia importante entre tiempo y clima. Respondía así a la pregunta de por qué los modelos climáticos pueden ser fiables a pesar de que el tiempo es cambiante y caótico. Con su investigación ayuda a explicar por qué podemos saber cómo va a ser el clima del futuro. Su trabajo en modelos de océano ha sido también fundamental porque sentó las bases de los desarrollos de conocimientos posteriores y demostrar, coincidiendo con Manabe, que el aumento de temperatura en la atmósfera se debe a las emisiones humanas de dióxido de carbono (según Inés Camilloni).

Siendo el clima es en sí mismo un sistema complejo, según Miquel Canals, de la Universidad de Barcelona, las aportaciones de Hasselmann y Manabe, atribuyen el calentamiento terrestre «a factores antropogénicos», a gases generados por los humanos, directa o indirectamente.

Según Pablo Canziani, otro especialista en ciencias atmosféricas, «Manabe y Hasselmann son los padres de los modelos de circulación atmosférica y circulación oceánica en escala global….Sus trabajos son fundamentales para la ciencia del cambio climático, porque… permiten conocer cómo se altera la energía de la tierra como resultado de acciones humanas o causas naturales. Por lo tanto, a partir de ese parámetro, se pueden cuantificar y entender las causas del cambio climático. Además, estos modelos climáticos globales permiten cuantificar las consecuencias en la atmósfera de la concentración del dióxido de carbono y otros gases. Son las herramientas que usamos para estimar los cambios en la temperatura, precipitaciones, y de otras variables como consecuencia del aumento en la concentración en la atmósfera de gases provenientes de las acciones humanas«.

El italiano Giorgio Perisi, es el ganador de la otra mitad de los 10 millones de Corona suecas cuantía del Nobel, porque él descubrió que el desorden cuenta también para hacer avanzar la ciencia. La Academia se lo otorga “por el descubrimiento de la interacción entre el desorden y las fluctuaciones en los sistemas físicos desde la escala atómica hasta la planetaria”. Descubrió hace más de 40 años, patrones ocultos en materiales complejos desordenados. Incluso ha diseñado y usado superordenadores dedicados para simular sistemas complejos. Ello permite comprender y describir muchos materiales y fenómenos diferentes y aparentemente aleatorios, no solo en la física sino también en otras áreas muy diferentes, como las matemáticas, la biología, la neurociencia y el aprendizaje automático (ver enlace).

Como explica el investigador Mininni, es importante, su descubrimiento de la interacción del desorden y las fluctuaciones en los sistemas físicos desde escalas microscópicas, como la física de partículas subatómicas, y también a escalas planetarias. “Hay un montón de fenómenos en la naturaleza en los que los sistemas pasan a estar más ordenados a más desordenados o espontáneamente se ordenan”.

Como dice otro experto, Tomás Grigera: «Para comprender la problemática del desorden…la contribución científica más importante está vinculada al trabajo con vidrios de espín, técnicamente conocida como «la ruptura de simetría de las réplicas», porque esa idea, relacionada con cómo tratar analíticamente sistemas que tienen mucho desorden en sus interacciones, se ramificó hacia otras aplicaciones como al entrenamiento de redes neuronales o a resolver problemas de ciencias de la computación”.

El Trabajo con los vidrios de espin, metales en los cuales se sustituyen aleatoriamente átomos metálicos por átomos magnéticos. Esos materiales con desorden adquieren propiedades muy sorprendentes tanto desde el punto de vista de la física como de las matemáticas, por ejemplo, un número extremadamente grande de fases organizadas entre sí de la misma manera que un árbol taxonómico. “Los matemáticos han tardado más de 20 años en confirmar la teoría de Parisi”, recuerda Ruiz-Lorenzo.

Perisi es un científico con una cultura muy amplia que no se limita a su especialidad. Puede abarcar desde el vuelo de los estorninos, a los cambios aleatorios de la moda y el cambio climático. De su aportación, el mismo dice: «Mi método es como un nuevo par de gafas, ves cosas que antes no veías».

Puede decirse que es un genio y los estudiantes de la Universidad de La Sapienza de Roma recibieron con vítores la concesión del premio a su profesor, que aprovecha la celebración para reclamar más recursos para la ciencia


CONCLUSIÓN

1) Todo llega cuando tiene que llegar.

Cuanto más sabemos más descubrimos la magnitud de los problemas y, la importancia que la acción humana tiene  -unas veces por ignorancia y otras por irresponsabilidad-. Ser capaces de pensar, razonar y tomar consciencia de los peligros es fundamental.

Los científicos galardonados en general son clave. Gracias a ellos y al desarrollo de las prestaciones de la computación, la Humanidad ha dado un paso más. Sin las aportaciones de los Nobel, las computadoras no podrían ayudar a los humanos en problemas de tanta magnitud. Inteligencia y máquinas nos hacen más humanos, pero avanzar por esa senda, es labor de todos y de cada uno.

Tenemos que remontar el vuelo, imitando o no. «Unos pocos pájaros -de entre los estorninos- empiezan a dar la vuelta, y los demás los siguen». Tenemos que seguirles con valentía y agradecidos, si queremos que la Naturaleza progrese, sin seguir siendo rémoras.

2) Depende de los humanos.

De las investigaciones de los galardonados del Nobel de Física 2021, se deduce que el cambio climático, el calentamiento de la Tierra y las alteraciones que se puedan producir en los próximos años, dependen del comportamiento humano. Así que tenemos que aprender de nuestros propios errores. Y, descubrir ejemplos de humanos comprometidos, que los hay.

3) Un ejemplo cercano, que lleva tantos años como los investigadores, dando el callo.

Los sabios investigadores pueden explicar lo que la Naturaleza lleva siglos haciendo y algunos naturistas viviendo y anunciando. Uno de ellos, Joaquín Araujo, está aquí. Vive y enseña a salvar la biodiversidad y aprender de la austeridad de la naturaleza, que «hace mucha belleza con muy poco; nosotros vamos al revés». Es un privilegio escucharle: «Siempre digo que elegí ser vida entre la vida, procurar que hubiera más vida y no menos, disfrutar del más bello espectáculo del universo, que es la vida de nuestro planeta».

«Llevo, de una mano, la cultura rural bien entendida y, de la otra, la defensa de la biodiversidad. Y todavía me subo a los árboles y me paso ocho horas diarias con una azada en la mano. Así desde 1968».

Lleva 53 años viviendo y trabajando pegado a la Naturaleza, para escucharla, disfrutarla y defenderla. No es un anacoreta, es un poeta campesino, un poeta enamorado de un rincón del mundo, en Navatrasierra (Extremadura, España) donde tiene su hogar. Desde allí escribe, habla por radio o por teléfono y sale de vez en cuando para dar conferencias.

«Cuando das miles de conferencias, es suficientemente satisfactorio pensar que, por cada una de esas prédicas, alguien ha cambiado su forma de vida hacia una más justa con la naturaleza…aunque todos nos apuntamos a una causa, nuestra causa más urgente es la de la vida. En este momento de desastre es la que necesita una reacción más urgente: llegan las peores noticias desde la biodiversidad y desde el gran regulador del planeta, el clima, la base de todas las cuestiones».

“Yo soy escritor y comunicador, para mí es absolutamente equivalente la transparencia del aire y del agua con la transparencia a la hora de comunicarse. Además, una y otra se retroalimentan. La opacidad creciente en el manejo de la información conlleva a la opacidad en las leyes de funcionamiento del sistema y la democracia, que a su vez destruyen la convivencia”.

Su vida y enseñanza coincide con los investigadores, porque es transparente. ¡Ojalá todos fuéramos así de claros y transparentes, sin miedo y sin peligro de ser manipulados!

BELMONTE
BELMONTE
Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CíViCa