En la Ucrania ardiendo, la llama de la esperanza.

Celebración «Sí a la Vida 2022». En Madrid, el 27 de marzo
16/03/2022
VaticanNews. Estudio 9. ¿Cómo responder a los avances de la bioética?
20/03/2022

Por José Manuel Belmonte, Dr. En Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa. Publicado en Esperando la Luz el 18 de marzo de 2022.

La vida es un misterio, en su inicio, en los años que la vivimos mientras estamos aquí, y también al final. Nosotros, apenas alcanzamos a comprender nuestra propia dimensión física, material, emocional, mental y espiritual. El desarrollo del ser humano-divino que somos cada uno, da sentido a nuestra vida misma.

Respetando a todos y cada uno en sus opiniones o creencias, tanto evolucionistas como creacionistas. El universo gira y se sostiene desde hace millones de años.

Tan cierta es la teoría de Einstein, sobre la relatividad (actualmente se distingue entre relatividad especial y general), como las afirmaciones -comprobadas- del japonés  Masaru Emoto,​ de que los pensamientos, las palabras, oraciones y sonidos dirigidos hacia un volumen de agua influirían sobre la forma de los cristales de hielo obtenidos del mismo; o de otros elementos (arroz, fruta, etc.).

Y es cada vez más evidente que lo que pensamos, hacemos o decimos influye en todo y en todos, para bien o para mal. Muchos creen que, el Creador, dirige lo creado y está en el interior de cada uno; otros piensan que, el ser humano es el dueño y señor de su evolución y su destino.

La oscuridad y el miedo de los millones de habitantes del Planeta, ante las noticias e imágenes que los medios de comunicación nos sirven y la mala gestión de los gobiernos, además de personas importantes que deciden, más o menos en la sombra, lo que hay que hacer en el momento, nos afecta.

En opinión del analista, Javier Nart, después de 23 días de la invasión de Ucrania, de las «palabras» de Borrell de que la UE no va a intervenir y, la OTAN, ¡no! las naciones han dejado campo a Rusia para apoderarse de Ucrania. Aparentan que «negocian», pero Rusia multiplican los ataques a objetivos civiles, impunemente y destruye ciudades, mientras se dan un baño de multitudes. Las posibles sanciones económicas y bancarias contra Rusia, han posibilitado una estratégica unión o alianza, de China y Rusia.

Si no hay despliegue atómico por las armas o los ataques a las centrares nucleares, podemos encontrarnos en la antesala de una guerra a gran escala o un nuevo orden mundial.

Las atrocidades que está padeciendo la Humanidad, están llegando al límite de lo imaginable, poniendo en peligro nuestra existencia aquí, por destrucción y dolor.

Aunque, con ser importante el dolor, es más importante que cada cual tome conciencia de sí mismo, de lo que está pasando, de lo que debería hacer y de lo que, por el camino que llevamos, puede suceder; en términos, geopolítico-ideológico y económico-bancario, parece que se puede llevar a un cataclismo.  Las diferentes olas del Covid-19, durante 2 años, han sido un ensayo para someter a la población.

Según el famoso politólogo Francis Fukuyama: «Una derrota rusa hará posible un nuevo nacimiento de la libertad y nos sacará de nuestro miedo al estado de decadencia de la democracia global. El espíritu de 1989 seguirá vivo gracias a un puñado de valientes ucranianos» (leer aquí).

¿Nadie lo ve? ¿No hay nadie que piense en que los humanos, también tenemos espíritu, y que nuestro futuro, no es el dolor ni la muerte, ni la desaparición?

Se habla poco, pero los humanos, en ninguna parte, están abandonados. Quienes creen que el Creador es también el «Padre nuestro», de todos y de cada uno, piensan que estamos aquí por algo. Ahora estamos llegando a un acontecimiento importante, que comenzó entre 1981-1983.  Los datos están ahí.

En Medjugorje, el 24 de junio de 1981, seis jóvenes vieron en la colina de Crnica, en Bosnia Herzegovina, a María, la Reina de la Paz. Desde entonces, esa localidad se ha convertido en un centro de espiritualidad y de oración.

Una de las personas que la vieron, Mirjana Dragicevic, recibió el décimo y último mensaje de la Virgen, el 25 de diciembre de 1983. Las apariciones de la Gospa, “no» han cesado desde entonces.  Y los niños de entonces ya son adultos, y viven.

Los 10 Secretos o mensajes, no los revelará ella al mundo, ni ninguno de los videntes. María, escogió a Mirjana Dragicevic que eligiera para ello a un sacerdote de su confianza, y ella ha escogido a Petar Ljubicic, que nació el 18 de marzo de 1946.

Petar Ljubicic, hoy viernes 18, cumple 76 años. Dadas las circunstancias mundiales tan difíciles, algunos se preguntan si, Mirjana ¿Entregará el pergamino con los DIEZ MENSAJES al sacerdote este 18 de marzo del 2022?   Nadie lo sabe, pero es cierto que la misma, Gospa ha pedido que se ore y se hagan sacrificios, porque «Rusia infligirá dolor en todas partes y a todos los seres humanos».  Convendría escuchar ese mensaje:

 Además, en Ucrania ha aparecido un fuego especial que arde sin quemar ni destruir.

En varios pasajes bíblicos aparece el fuego que ardía sin consumirse, como manifestación de la divinidad. Así se apareció a Moisés, en la montaña de Horeb, Exodo, 3,2ss : «El Ángel de Yahveh se le apareció en forma de llama de fuego, en medio de una zarza. Vio que la zarza estaba ardiendo, pero que la zarza no se consumía. «Dijo, pues, Moisés: «Voy a acercarme para ver este extraño caso: por qué no se consume la zarza». Cuando vio Yahveh que Moisés se acercaba para mirar, le llamó de en medio de la zarza, diciendo: «¡Moisés, Moisés!» El respondió: «Heme aquí». Le dijo: «No te acerques aquí; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra sagrada»». «Y añadió: «Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob». Moisés se cubrió el rostro, porque temía ver a Dios. Dijo Yahveh: «Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo en Egipto, y he escuchado su clamor en presencia de sus opresores; pues ya conozco sus sufrimientos».

Aunque hay otros lugares en las Escrituras donde aparece la llama o fuego, el que se ha podido ver, en Ucrania, aparece sobre un cáliz que está sobre el altar y, luego también sobre los manteles.

Desde la última cena de Jesús con sus discípulos, los creyentes -tanto católicos, anglicanos, presbiterianos, luteranos y ortodoxos, – celebran sobre el altar, con pan y vino, el misterio de la Eucaristía.

Creyentes o no, lo saben o pueden comprobarlo. Sin embargo, hay algo nuevo que una cámara de seguridad ha captado, en una iglesia ortodoxa entre Ucrania y Rusia.

El hecho se ha difundido, está en Internet, pero entre tanto dolor y tanta destrucción, casi ha pasado desapercibido. En la secuencia captada y grabada puede verse un altar en el que hay un cáliz.  En un momento, sobre el cáliz aparece un fuego. Permanece ardiendo un tiempo, hasta que la llama rebosa el cáliz y cae sobre los manteles del altar, donde se multiplica y sigue ardiendo. No provoca un incendio. Luego se va reduciendo hasta desaparecer, sin dejar señal de que algo se haya quemado.

No es una llama  más de las muchas que están devastando este hermoso país.   Según el pasaje de » la zarza ardiendo» es la manifestación de una presencia especial, que sabe y siente el sufrimiento de su pueblo y aviva la esperanza.

Los místicos, como San Juan de la Cruz, hablan de ella como «Llama de amor viva«, que está ahí, en lo más sagrado que tenemos, y en lo más profundo de cada ser humano, «de mi alma en el más profundo centro«.

Al dejarse ver en forma de fuego que rebosa la copa, sería un extraordinario gesto de amor: «¡Oh toque delicado, que a vida eterna sabe y toda deuda paga!», según palabras del místico español Juan de Yepes.

Que cada cual según su creer, su saber y entender, es libre de pensar en la situación de Ucrania, al igual que en la llama y en todo, como estime conveniente. Los hechos están ahí.

BELMONTE
BELMONTE
Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CíViCa