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Por José Manuel Belmonte, Dr. En Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa. Publicado en su blog Esperando la Luz el 30 de enero de 2021.

Hay relojes de mil formas, de mil precios, y para todos los gustos. Pero desde 1945 hay uno especial para todos y a nivel mundial. No es un reloj solar, aunque es estático. Requiere muchos conocimientos para ponerlo en hora. Y… sin embargo es manual y suele revisarse cada año.

El año pasado señaló un record que era para despertar. Pero, aunque 2020 fue un año de mucho peligro e inquietud, no le prestaron atención. Y este año, señala la misma hora. Lo han dejado a 100 segundos de la media noche. Tiene un nombre, o varios, se llama el Reloj del Juicio Final. Algunos prefieren llamarlo el Reloj del Apocalipsis.

¿Estamos más cerca que nunca del final? El minutero está más cerca que nunca de la meda noche. Según los expertos es el indicador que representa en minutos el final de la Humanidad tal como la conocemos actualmente. Tal vez el tránsito a una nueva Humanidad, pero no sabemos cuánto durará.

Recordemos que los Científicos Atómicos crearon el Reloj del Juicio Final utilizando las imágenes del apocalipsis, traducido como medianoche, y la cuenta regresiva hasta cero, como en los experimentos nucleares, para transmitir amenazas a la Humanidad y al Planeta. Pretendían con ello indicar la vulnerabilidad de la humanidad y posible auto destrucción ante las armas nucleares, las tecnologías, el cambio climático, etc.

Es curioso, que este año, después de la letal pandemia que ha provocado ya más de un millón de muertes, la Junta de Ciencia y Seguridad de los Científicos Atómicos, y consultados 13 Premios Nobel, siga manteniendo el minutero del reloj tan cerca del final. Tiene que haber una razón poderosa, muy poderosa. Lo han expresado en un comunicado:

«La letal pandemia de Covid-19 sirve como una ‘llamada de atención’ histórica, una ilustración vívida de que los gobiernos y las organizaciones internacionales no están preparados para manejar las amenazas que verdaderamente pueden poner fin a la civilización humana, como las armas nucleares y el cambio climático»

En resumen: este año se mantiene el Reloj en la misma posición, en gran parte por la pandemia y su expansión por las malas decisiones políticas al gestionar el problema en todo el mundo. No parce que haya muchas dudas con solo abrir los ojos y fijarse en las que han sido tomadas a nivel mundial, nacional y regional.

Y la repercusión: Por esas decisiones irresponsables, el entramado económico y político actual, se vendrá abajo y surgirá algo más relacionado con nuestra esencia y la evolución consciencial. La pérdida en vidas es irremplazable y dolorosa, pero la repercusión en la economía dejará daños incalculables, y la ruina a muchas familias. Debemos aprender a vivir menos de apariencia y más según nuestra esencia. La sociedad de la Nueva Humanidad aprenderá a controlar a los gobernantes, para que sean «servidores públicos» y no » vividores de lo público». Sin ser un despertador, el Reloj del Fin del Mundo actual «llama a despertar» (leer en este enlace).

Señales en el camino.

Para seguir viviendo y circulando, hay que ir conociendo y respetando las señales.

1) Las señales no suelen ser grandes, sino pequeñas, pero hay que descubrirlas porque son «imprescindibles». Ellas han permitido moverse por el mundo y mover el mundo.

Se suele recordar especialmente a los grandes (hombres o mujeres) referentes de la Historia, como Gandi, Marie Curie, Benazir Bhutto, primer mujer elegida presidente en un país musulmán, o Gerttude B.Elion, que creó el primer medicamento capaz de destruir un virus.

A veces olvidamos pilares de la historia y la cultura, como el filósofo y político, Thomas Jefferson, uno de los Padres fundadores de Estados Unidos, que promovió la democracia y el imperio de la libertad, contra el imperialismo británico. Es conocida y recordada su sentencia: «Cuando los gobiernos temen a la gente, hay libertad. Cuando la gente teme al Gobierno, hay tiranía».

Y es que, en el mundo actual, la política se ha convertido en una forma de vivir del pueblo y no de servir al pueblo. Las amenazas nucleares y el cambio climático dependen de los humanos. Los vividores y el clientelismo político ponen en entredicho hasta el sistema sanitario de la población. El Reloj del Juicio Final, señala un peligro que posiblemente dependa, también, de la sociedad dormida y cómoda.

Sería bueno escuchar a Rubén Gisbert, para saber algo más.

2) Hemos vivido un año amenazados por el virus COVID-19, y…seguimos.

Se ha emprendido una carrera frenética en investigación, para encontrar la vacuna que ayude a la Humanidad a defenderse del contagio.  Hemos sido obligados a ceder parte de nuestra libertad, en restricciones, estados de alarma, separaciones y confinamientos. Cuando llegan las vacunas, resulta que escasean. No se guardan los protocolos de vacunación o simplemente, algunos…¡se lo saltan!

Pero alguien dice que no es suficiente, porque ni los gobiernos, ni los ciudadanos se han tomado la pandemia como se toma una amenaza de guerra. Ni estábamos preparados ni se ha hecho un frente común, ni se ha gestionado adecuadamente. Quien ha hecho esta advertencia, dispone de recursos científicos, tecnología, asesores e investigadores en todo el mundo.  Me refiero a BILL GATES, quien en un comunicado (27-1-2021) reconoce que el coronavirus «ha costado vidas, ha enfermado a millones y ha llevado a la economía mundial a una recesión devastadora». Estima que puede costar 28 billones de dólares.

Reconociendo la situación actual, el Magnate ha escrito en su Blog: «La desafortunada realidad es que COVID-19 podría no ser la última pandemia. No sabemos cuándo llegará la próxima, o si será una gripe, un coronavirus o alguna enfermedad nueva que nunca antes habíamos visto. Pero lo que sí sabemos es que no podemos permitirnos que nos pille desprevenidos de nuevoLa amenaza de la próxima pandemia siempre estará sobre nuestras cabezas, a menos que el mundo tome medidas para prevenirla».  

La prevención o el estar preparados para esa posible próxima amenaza, requiere disponer de una alerta global, (que no tenemos) y un esfuerzo considerable de todos, si se quiere evitar la pérdida de millones de vidas. No hay que olvidar que la pandemia de la gripe en 1918, por la «gripe española», costó la vida a 50 millones de personas. Textualmente Bill Gates señala: «Detener la próxima pandemia requerirá gastar decenas de miles de millones de dólares por año».

Algún comunicador de radio y Tv, como el mexicano Jaime Duarte en NotiCisne, enjuician más a B. Gates, que a su propuesta. Pueden verlo en el vídeo.

Pero la noticia es cierta. Pueden ver lo mismo en este video.

En todo caso, si alguien es capaz de ver la realidad desde otra perspectiva, distinta de la que nos están vendiendo los medios oficiales actualmente, deberíamos tenerlo en cuenta, pensarlo y si es preciso debatirlo. ¿Ha habido algún debate oficial sobre el Covid-19? ¡Se han visto órdenes restrictivas y con amenazas, por tu bien y el de todos! Y aquí, 22 ministros, 4 vicepresidencias, cientos de asesores, miles de «chiringuitos» donde se coloca a familiares y amigos, y ¡todos a cobrar! Y mientras, desde los aledaños del poder se ataca a la prensa y a las instituciones básicas, según denuncia la Asociación de Prensa de Madrid, hoy mismo. Con miles de empresas cerradas o en quiebra, millones en paro, ¿algún político se ha bajado el sueldo?

Por la hora del Reloj, por la categoría y criterios de quien manda, tengo que pensar que la distopía de la Humanidad actual y por su dolor, puede estar alumbrando y dando paso a la Nueva Humanidad.

¡Namaste!

BELMONTE
BELMONTE
Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CíViCa