¿Qué es la Terapia Génica?

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Por Roberto Germán Zurriaráin, Doctor en Filosofía. Licenciado en Teología.Profesor de Didáctica de la Religión de la Universidad de La Rioja, publicado en Blog de  Roberto Germán Zurriaráin el 19 de marzo de 2016

La terapia génica es uno de los campos que mayores expectativas sanitarias ha levantado en los últimos años. Una definición genérica de terapia génica sería aquélla que consiste en la modificación genética de células de un paciente a fin de combatir alguna enfermedad. Por lo tanto, la terapia genética es la técnica que permite la localización exacta de los posibles genes defectuosos en los cromosomas y su sustitución por otros correctos, con el fin de curar las llamadas “enfermedades genéticas”. Además de esta finalidad también puede utilizarse para tratar enfermedades no hereditarias.

Por Roberto Germán Zurriaráin, Doctor en Filosofía. Licenciado en Teología.Profesor de Didáctica de la Religión de la Universidad de La Rioja, publicado en Blog de  Roberto Germán Zurriaráin el 19 de marzo de 2016

La terapia génica es uno de los campos que mayores expectativas sanitarias ha levantado en los últimos años. Una definición genérica de terapia génica sería aquélla que consiste en la modificación genética de células de un paciente a fin de combatir alguna enfermedad. Por lo tanto, la terapia genética es la técnica que permite la localización exacta de los posibles genes defectuosos en los cromosomas y su sustitución por otros correctos, con el fin de curar las llamadas “enfermedades genéticas”. Además de esta finalidad también puede utilizarse para tratar enfermedades no hereditarias.


Existen dos tipos de terapia génica: la somática y la germinal.

La primera va dirigida a corregir los defectos genéticos en las células somáticas o tejidos corporales del paciente, por lo que los efectos conseguidos se agotan en el propio individuo y no se trasmiten a la descendencia. En ningún caso pasan a la descendencia, es decir, no tiene consecuencias hereditarias, pues los genes que se transmiten de padres a hijos son aquéllos presentes en los óvulos y espermatozoides.

La terapia germinal, por el contrario, iría encaminada a la modificación genética de las células reproductoras. En el caso de las células germinales los efectos terapéuticos se manifestarían sobre los descendientes. Por afectar a la línea germinal, todas las células de los individuos de la generación emergente sometida a terapia incorporarían la modificación que, de este modo, podría propagarse hereditariamente a las generaciones siguientes descendientes de ese linaje.

Este último tipo de terapia génica no está autorizado en ningún país y todos los protocolos en marcha en seres humanos son de terapia génica somática. Además que la terapia génica germinal no es moralmente lícita. Por su parte, la intervención sobre células somáticas con finalidad estrictamente terapéutica es moralmente lícita.

Existe un amplio acuerdo sobre la idea de que la terapia génica somática no plantea problemas éticos distintos de los de cualquier otro tratamiento terapéutico nuevo en fase experimental. Pero se considera muy necesario, sobre todo a la luz de las experiencias negativas ocurridas, que los protocolos que se pongan en práctica en este campo se desarrollen con mucha prudencia y con un control estricto por parte de las comisiones científicas y éticas destinadas a tal fin. Asimismo, es necesario que los intereses económicos de las empresas privadas con inversiones en este campo no interfieran negativamente en lo que debe ser una buena y segura práctica de experimentación clínica.

Por lo que se refiere a la terapia germinal, resulta rechazable porque existen alternativas terapéuticas con el mismo potencial y que no comportan los mismos riesgos. La modificación en las células germinales persigue, además, un fin no terapéutico: el mejoramiento humano.

CíViCa
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