«Un lugar llamado libertad»

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Por José Manuel Belmonte, Dr. En Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa. Publicado en su blog Esperando la Luz el 17 de agosto de 2021

Después de un tiempo de silencio, al abrir los ojos, me cuesta reconocer lo que descubro. No sé si he sido yo quien ha cambiado o es la realidad que uno encuentra al despertar. Ser libre creo que es vivir sin miedo, pero el paisaje que aparece hace daño, como si impidiera respirar.  Y, sin embargo, me parece que no ha pasado tanto tiempo.

Me viene el recuerdo de Peter Fechter, obrero de la construcción alemán, que junto con su amigo, al ver el «muro de la vergüenza» allá por 1962, saltaron desde una ventana de Berlín, para poder ser libres. Luego corrieron hasta una pared cercana para escapar a Berlín occidental. Pero a Fechter los guardias le vieron y le dispararon, cayendo en el lado este. Allí estuvo gritando y desangrándose sin recibir ninguna ayuda, ¿por las posibles represalias?

En 1973 Nino Bravo, lo inmortalizó en su canción LIBRE. Es más que una canción, es una historia, un himno que debería ser Patrimonio de la humanidad ayer , hoy y siempre.

El gran escritor Ken Follett, hace bastantes años escribió una novela titulada «Un lugar llamado libertad«, de la que he tomado el título de este escrito.  Está ambientada en los años de la esclavitud. Cuenta que encontró un collar de hierro roto y doblado, de unos 18 centímetros de diámetro. La curiosidad destacable del collar es que tenía una inscripción de 1767: «Este hombre es propiedad de sir George…».   Tal vez se lo habían puesto a algún esclavo o prisionero. ¿Pudo escapar para ser libre?

El novelista lo tenía sobre su mesa y se preguntaba «si el collar de hierro pudiera hablar, ¿Qué historia contaría?»

Al despertar del paréntesis de silencio, al que antes aludía, me hago la misma pregunta. Todos, alguna vez hemos cantado la canción libre, de Nino Bravo. El siglo XX o el XVIII han sido parte de la historia humana, pero pocos recuerdan lo que en realidad sucedió durante las dos guerras mundiales. Algunos pretenden que se recuerden solo ciertas cosas. ¿Cuánto abarca en realidad el período de esclavitud?

¿Si alguien, directa o indirectamente, estuviera intentando poner o apretar el collar a algunas personas e incluso a algunos pueblos, serían capaces de luchar por su libertad?  ¿La mayoría de ellos, al menos sería capaz de hacerse algunas preguntas importantes o aceptarían el collar que les señala como propiedad ajena?

Una fracción de segundo, como dicen los franceses, en un clin d’œil,  un parpadeo, en un abrir y cerrar de ojos y, todo cambia. Es la diferencia entre estar vivo o muerto, un parpadeo, un instante, no se ve venir, es un segundo que rompe o da vida, cambia la historia de aquí o de allá.

1) La falta de libertad: Afganistan

La precipitada salida de los norteamericanos de Kabul abre un interrogante a la Presidencia de Biden. Ni sus compatriotas, ni los medios de comunicación, ni occidente han sido capaces de convencerle, que miles de mujeres, niños, ancianos y cientos de familias estaban al borde del abismo en Afganistán.

Recordemos que el 27 de enero de 1973 se decretaba un alto el fuego en Vietnam y se ponían las bases para la salida de Estados Unidos de Vietnam, en un conflicto que había enfrentado al norte y al sur del país asiático desde 1955.

El origen de la Guerra de Vietnam hay que buscarlo en la lucha contra el colonialismo francés que tuvo lugar en los años 40 del siglo XX. El país quedó dividido en dos: el norte, en el que se instauró un régimen comunista, con Ho Chi Minh como líder, respaldado por China y Rusia; y el sur, donde se impuso una república democrática al frente de la cual se situó Ngo Dinh Diem con el apoyo de EE.UU.

La fuerte presión de la opinión pública fue clave para la retirada de EE.UU.  Se dice que fue la primera guerra televisada de la historia humana.

Sin embargo, haber pasado por Vietnam, no parece estar en la memoria 50 años después, porque los talibanes no son actores de una guerra fría y Kabul está a las puertas de occidente.

El avance fundamentalista ha sembrado el pánico a los talibanes y el caos se ha desatado sobre todo en el aeropuerto de Kabul. Afganos y personal de las distintas delegaciones han vivido momentos de mucha tensión, a pesar del  apoyo militar.

El ansia de libertad de unos y el miedo y la desesperación a caer en manos de los talibanes, quedará como imagen terrible, de un pueblo intentando encaramarse a un avión y abandonado a su suerte por los dirigentes.

Las imágenes de hombres, mujeres y niños desesperados buscando un visado o esperando para cruzar las fronteras o  cientos de personas en  pleno aeropuerto intentando  encaramarse a un avión y aquellos  a quienes sus manos no pudieron sostener allá donde se asieron y terminaros desprendidos, cuando los aviones remontaron el vuelo, quedarán como denuncia… como la niña corriendo desnuda allá en Vietnam. ¡No se había aprendido la lección del ansia de libertad, impresa en el interior del ser humano! Según el Presidente Biden: «Estados Unidos no podía seguir en una guerra que los afganos no están dispuestos a librar».

Lo que ha sucedido en Afganistán parece una equivocación de dimensiones colosales para Estados Unidos y para la OTAN, pero también para Rusia, Turquía y China.

La conquista de los talibanes dispara las alarmas en todo el mundo. Muchos líderes mundiales, han expresado su preocupación por la situación en Afganistán. Francia, Reino Unido y Alemania, han decidido aunarse para ayudar a los afganos. Estamos a las puertas de «una crisis humanitaria».

La canciller alemana informó este lunes que Alemania se prepara para evacuar a unas 10.000 personas de Afganistán, incluidos unos 2.500 colaboradores locales y otras 2.000 personas que trabajaban como abogados y activistas de derechos humanos. “En total, contando sus familias, son unas 10.000 personas. Ahora estamos evacuando en colaboración con Estados Unidos, sin la ayuda estadounidense, no podríamos hacer una operación de este tipo” (ver enlace).

Los presidentes de otros países, deberían explicar a sus conciudadanos, qué han hecho para ayudar a sus compatriotas y a los afganos. En tiempo, entre el ayer de Vietnam y el hoy de Kabul, apenas, «un parpadeo».

Es verdad que el lunes 16 de agosto había sido convocado el Consejo de Seguridad de la ONU, tras la reconquista de Afganistán por los talibanes.

«El representante permanente de Afganistán ante la ONU, Gulyam Iskhakzai, advirtió que los talibanes ya empezaron a registrar domicilios con la intención de deshacerse de sus opositores. Se informa que se producen saqueos y asesinatos en Kabul, la capital del país. Asimismo, Iskhakzai instó a la comunidad internacional a no reconocer el Emirato Islámico de Afganistán» (ver enlace).

2) «¿Un lugar llamado libertad para abducidos?

En España la enésima subida de la luz, de los carburantes, en medio de las altísimas temperaturas y el peligro de los incendios, el desembalase de agua de algunos pantanos y, del gobierno que se fue de vacaciones 24 días después de ser nombrado…  parece que lo de aquí, de Afganistán etc., parecen preocupar como a otros líderes mundiales.

Nada ha hecho interrumpir las vacaciones entre La Mareta canaria y Las Marismillas, andaluza. Hasta el 24 de agosto seguirá girando el mundo. Los derechos fundamentales de hombres, mujeres y niños y sus derechos fundamentales estarán en manos la República islámica y sus poderosos talibanes, ¿podrán esperar? La siesta no tiene ideología, ¿o, sí?

A algunos, les parece más importante cambiar el nombre de las calles ahora que hay mucha gente de vacaciones. A otros, lo que produce verdaderamente asombro es que el gobierno se ocupe de los alienígenas y los posibles abducidos, porque desde este mismo mes «España tiene su propia asociación de abducidos por los alienígenas y ha sido reconocida por el Gobierno», según el BOE del martes 10 de agosto 2021.

El Ministerio del Interior, por medio del Subdirector General de Asociaciones Archivos y documentación, «procede a la notificación de la resolución de 7 de junio de 2021 del procedimiento de inscripción de la constitución del Registro Nacional de Asociaciones de la entidad denominada ASOCIACION DE ABDUCIDOS POR LOS ALIENIGENAS ESPAÑA» (ver enlace).

La resolución del Ministerio del Interior en la que reconoce a la Asociación de Abducidos por los Alienígenas España, no se ha podido concretar su inscripción, porque aunque oficialmente la sede de la Asociación de Abducidos por los Alienígenas España, está en la calle Cea Bermúdez (35-37) de Madrid, no han podido contactar con ellos.

Sin embargo, otros no llegan a entender ni cómo han podido llegar al registro si han sido abducidos por los extraterrestres. Total, parece que el Gobierno la ha acabado desestimando porque la asociación no da señales de vida.

En este juego estamos o ¿en qué manos de asesores y gobiernos estamos?

Me quedo con la realidad del rescate por parte de Estados Unidos de las 640 personas que lograron colarse en su avión. Nadie lucha más por su libertad que el oprimido, acuciado por el miedo o la desesperación. La diferencia entre los viejos cargamentos esclavos y el abarrotado avión actual, es doble: aquí subieron voluntariamente; y la autoridad cuya es la nave, les premió con la libertad.

BELMONTE
BELMONTE
Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CíViCa