Entrevista. «La eutanasia no es un área de conocimiento de los médicos porque no es un acto médico”. Domínguez Roldán.

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Artículo publicado en Diario Médico el  04 de abril de 2022 (Fotos: Juan Flores (Diario Médico)).  También publicado en Observatorio de Bioética UCV, el 5 de abril de 2022

El pasado diciembre la Comisión Central de Deontología Médica del CGCOM votó un nuevo presidente. Su primera tarea: la renovación del Código Deontológico de la profesión.

José María Domínguez Roldán (Carmona, 1957) es el nuevo presidente de la Comisión Central de Deontología Médica del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM). “La verdad es que no entraba dentro de mis cálculos. Pero no solo me halaga, sino que me da una oportunidad de alcanzar cotas que, si uno no es presidente, no podría alcanzar. Así que sí, me ha alegrado mucho”, reconoce.

Médico intensivista en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, de Sevilla. Son las once de la mañana de un miércoles cuando atiende la llamada de Diario Médico. Antes, ha adelantado la reunión de la UCI a las ocho y ha dejado a un paciente en manos de un colega para poder responder a estas preguntas con las que pretendemos conocer mejor al hombre que ha cogido la batuta de la deontología médica en tiempos de eutanasia, aborto, telemedicina, registro de objetores, fake newsinfluencers y resaca pandémica.

Llega al cargo con un deber pendiente: la renovación del Código de Deontología Médica de la profesión. ¿Qué queda por hacer?

El nuevo código comenzó a trabajarse en 2016. En enero de 2020, en la Asamblea General del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, se discutió el primer borrador, con las 3.000 alegaciones recibidas. Así que hubo una reunión en enero de 2020 y otra en febrero y ya llegó la pandemia y se paralizó el trabajo, porque no quedó más remedio.

Pero he empezado en este nuevo puesto en diciembre y la tarea urgente e importante que tengo es la aprobación del código, porque incluye aspectos que ya están ocurriendo en la Medicina y no están planteados en el código de deontología médica de 2011, el que sigue vigente.

P: ¿Qué cuestiones están “ocurriendo” en la medicina que no están planteadas en el Código de Deontología actual?

R: Una que ha sido mandatoria es la telemedicina o medicina no presencial, que es como a mí me gusta llamarla. El código de 2011 dice que la telemedicina solo es deontológicamente correcta como una segunda opinión. Por el contrario, en el nuevo código se plantea como un área de la medicina no presencial, que debe cumplir todos los aspectos deontológicos.

P: Que son… 

R: El secreto profesional, la seguridad en las comunicaciones, la confidencialidad, la seguridad del paciente… La telemedicina ya no es una segunda opción, sino que es una opción que favorece el acto médico, porque facilita la accesibilidad del paciente a la asistencia.

P: ¿Cuándo cree que estará listo el nuevo código?

R: El borrador que incluye las 3.000 alegaciones se ha vuelto a enviar a los colegios de médicos. Se les ha dado un plazo de dos meses para que puedan hacer de nuevo sugerencias. El planteamiento, si todo va bien, es que el próximo mes de abril se celebre ya la primera asamblea para discutir ese borrador y, de algún modo, intentar que en un máximo de dos asambleas esté aprobado.

P: Así que, ¿después del verano?

R: Antes del verano debería estar fuera. He detectado mucho interés en los colegios para, definitivamente, sacar el nuevo código, y también hay mucha necesidad.

P: Además de la telemedicina, ¿qué otras cuestiones aparecerán?

R: Inteligencia artificial y grandes bases de datos sanitarios. La explotación de esas grandes bases de datos sanitarias debe hacerse  en beneficio de los pacientes, evidentemente, pero, además, con las garantías de seguridad y confidencialidad.
Como novedad está la seguridad del paciente, a la que se ha dedicado un capítulo nuevo entero. En un artículo se propone que el médico debe negarse por razones éticas a admitir órdenes jerárquicas que puedan afectar a la seguridad del paciente. El médico debe preocuparse e incluir en la práctica clínica el registro de incidentes y eventos adversos vinculados a lo que es la asistencia sanitaria. También hay una referencia a algo que no estaba, que son las redes sociales. El papel de los médicos en las redes sociales.

P: El 25 de marzo se cumplió un año de la aprobación de publicación de la Ley de la Eutanasia en el BOE. ¿Esta ley ha motivado alguna modificación del código?

R: No necesariamente. Eso es un elemento de confusión. Los médicos tenemos tres fuentes que deben ser las que nos iluminan. Una son los principios universales de la Medicina y esa es la fuente principal que nutre el código de deontología médica. Pero también tenemos una segunda fuente que son nuestros propios valores, los que dependen de nuestra formación, nuestra cultura, nuestra religión, nuestra moral… Y la tercera fuente es la legalidad del país donde estamos.
En este caso, en España se ha desarrollado una ley de eutanasia y de suicidio asistido. Pero el Código de Deontología Médica se nutre de los principios universales de la Medicina, no se nutre de las leyes. Porque si fuese así, las leyes dictaminarían qué es la Medicina y eso no ocurre. Las leyes pueden afirmar qué es legal y qué no, pero no dicen qué es la Medicina.

P: Pero la ley de la eutanasia requiere la participación de varios médicos.

R: Sí, pero eso no necesariamente quiere decir que esto sea un acto médico.
Hay una disposición final que ya estaba en el código actual, de 2011, y se mantiene en el nuevo, que enfatiza que ningún médico o profesional de la Medicina que actúe amparado por las leyes del Estado puede ser sancionado. Los médicos no pueden ser sancionados deontológicamente si actúan amparado por las leyes del Estado. Esto hace compatible la situación.
La eutanasia, al no ser contemplada como un acto médico, sí como un acto legal, no es un área de conocimiento de los médicos. No está en los programas de las facultades.
Nos parece muy importante hacer énfasis en diferenciar lo que es la limitación del esfuerzo terapéutico, el rechazo al tratamiento y la eutanasia. Aquí sí, los médicos necesitan algún aspecto formativo para diferenciarlos.

P: Dejamos la eutanasia para tratar el aborto, otra asistencia con implicaciones éticas y deontológicas para el profesional, ¿cómo valora la intención del Ministerio de Igualdad de llevar los abortos a los centros públicos? 

R: Este es un tema más organizativo ministerial que otra cosa. No es un tema, digamos, directamente de los médicos. El médico que hace abortos en el centro privado o concertado no es objetor. El médico que también los hace en el público, seguro que tampoco es objetor. Y, sin embargo, hay otros médicos que son objetores. La objeción, hasta donde sé, no está obstaculizando el derecho que las leyes dan a los españoles. Si estuviera obstaculizándolo, merecería una reflexión organizativa, pero hasta donde yo sé, no. No conozco ningún caso de un aborto, dentro del marco legal, que no se haya podido hacer por falta de servicios.
No hay ningún registro de médicos objetores de conciencia con respecto al aborto. Podemos decir que la cartera de servicios está como está, pero no es por temas de objeción de conciencia de los médicos.